Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.
En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.
Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?
Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente afirmó Simón Pedro.
Mateo 16:15–16
Cuando Jesús hizo esta pregunta a sus discípulos, su verdadera identidad se reveló en la respuesta de Pedro. No mucho tiempo después Jesús murió, resucitó y ascendió para sentarse a la diestra de Dios. Debido a que Pedro entendió quién realmente era Jesús y pidió perdón por sus pecados, su vida cambió para siempre. Ya no estuvo más separado de Dios por su pecado. En cambio, su relación con Dios vivo fue restaurada. Jesús fue el puente y Pedro fue perdonado. Comenzó su carrera de aprender a vivir de la manera que Jesús le enseñó a hacerlo.
Cuando hiciste la misma confesión, ¡te uniste a la familia de Dios! Y una vez que se han establecido esos lazos familiares, no se pueden romper. Eres un hijo o hija del único Dios verdadero que te ama por completo y que envió a su Hijo a morir en tu lugar. Y Jesús, el Cristo, de manera voluntaria dio su vida para llevarte de regreso a su Padre. Entonces, ¿quién dices que es Jesús? Toma un momento para reflexionar en cómo después de conocerlo ha cambiado tu vida. Luego celebra y agradécele por ser todo lo que necesitas, ¡hoy y siempre!
Anima a los estudiantes a compartir con sus familias la historia de cómo Jesús nos lleva de regreso a Dios. Luego, pídeles que compartan las 3 partes de la historia para practicar y así aprendan a contarla.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda cálidamente a los estudiantes a medida que llegan. Pregúntales si volvieron a contar a alguien las 2 partes de la historia de Dios que aprendieron. Dales la oportunidad de compartir sus experiencias a 2 o 3 estudiantes.
Como hemos aprendido, la Biblia nos cuenta la historia de Dios. ¡Y Él aún está trabajando en el mundo! Nuestra vida y la vida de todos los que han vivido y todos los que vivirán son parte de la historia de Dios. Hemos aprendido la historia de cómo Dios creó el mundo. ¿Quién puede contarnos esa historia?
Invita a un voluntario a contar la historia de la creación. Sostén el cartel de “Dios es nuestro creador amoroso” de la Lección 1 para ayudarle a recordar mientras comparte el relato. Haz que la clase lo aplauda. Luego, diles que agreguen cualquier detalle que le faltó contar. Dirige a la clase a hacer la acción de “Dios es nuestro Creador amoroso” que está detrás del cartel.
También aprendimos la historia de cómo el pecado y la muerte entraron al mundo y nos separaron de Dios. ¿Quién puede contarnos esa historia?
Pide a un voluntario que cuente la historia de cómo el pecado entró al mundo. Sostén el cartel “el pecado me separa de Dios” de la Lección 2 para ayudarlo mientras comparte la narración. Que la clase aplauda cuando termine de hablar. Luego, diles que agreguen cualquier detalle que le faltó contar al estudiante. Dirige a la clase a hacer la acción de “el pecado me separa de Dios” que está detrás del cartel.
Hoy aprenderemos la siguiente parte de la historia. Ella nos cuenta sobre cómo Dios creó un puente para que no estuviéramos separados de Él. Comencemos haciendo una actividad para aprender sobre los puentes.
Divide la clase en 2 grupos: uno de chicos y otro de chicas. Está bien si los grupos no tienen la misma cantidad de estudiantes. Escoge a 3 voluntarios de cada grupo para cruzar el puente. Es mejor si uno de ellos es más pequeño. Pide a estos 3 voluntarios que se ubiquen a un lado hasta que les des las instrucciones.
Cada grupo creará un puente humano. Los estudiantes de cada grupo deben pararse uno al lado del otro con los hombros tocándose. Las dos filas deben ponerse frente a frente separadas por alrededor de 2 metros de distancia. Cuando les digas que comiencen, los estudiantes de las filas se agacharán y pondrán sus rodillas y manos en el suelo.
El voluntario más pequeño de cada grupo cruzará el puente al caminar sobre las espaldas de los otros integrantes del grupo. Los otros 2 estudiantes que no forman parte de la fila sostendrán sus manos y serán de apoyo mientras él camina sobre las espaldas de los estudiantes y atraviesa el puente.
Tan pronto como el voluntario que cruza el puente termina de caminar por la espalda del último estudiante, este estudiante deberá ir rápidamente hacia el otro extremo de la fila, agacharse y poner las manos en el suelo. Esto extenderá el puente. Los jugadores de cada equipo tienen que seguir extendiendo el puente al moverse hacia el otro extremo de la fila. La idea del juego es cruzar el espacio de enseñanza más rápido que el otro equipo. El equipo que haga llegar primero a su voluntario al otro lado de la sala gana.
Si el tiempo lo permite, repite el juego un par de veces. Los estudiantes mejorarán si lo repiten algunas veces.
En nuestro juego, creamos un puente. ¿Qué hizo este puente?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
¿Puedes pensar en otros puentes que has visto o atravesado? ¿Cuál es su propósito?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
Los puentes nos ayudan a cruzar obstáculos naturales que no podríamos atravesarlos caminando o manejando. A veces, estas pasarelas se construyen sobre ríos grandes o cañones profundos. Conectan un lado del obstáculo natural con el otro.
En la última lección aprendimos que nuestro pecado nos separa de Dios. Necesitamos un puente que nos ayude para volvernos a Dios. Aunque nosotros seguimos pecando, ¡Dios nos ama, y quiere entablar una relación cercana con nosotros! Por lo tanto, creó un puente para permitirnos estar con Él de nuevo. ¡Jesús es el puente!
Muéstrales el cartel de “Jesús me lleva de regreso a Dios” del final de la lección. Dales algunos minutos para crear una acción para “Jesús me lleva de regreso a Dios”. Repitan la acción varias veces como grupo para recordarla. Al final de la lección, escribe la acción detrás del cartel “Jesús me lleva de regreso a Dios”. Te referirás a esta acción y al cartel en la siguiente lección.
Después de que Adán y Eva fueron expulsados del jardín, pasaron miles de años. El pueblo de Dios no dejó de pecar y se alejó de Él. Sin embargo, muchos hombres y mujeres fieles siguieron a Dios y compartieron el mensaje de su amor.
Dios entregó leyes a su pueblo para que conocieran cuál es la manera correcta de vivir. Una y otra vez rompieron estas leyes, se apartaron de Dios y adoraron a ídolos y dioses falsos. El pecado siguió separando a las personas de Dios.
Luego, por medio de un milagro, Dios envió a su Hijo, Jesús, para que naciera como hombre y viviera entre nosotros. Él era completamente Dios y completamente humano. Jesús vino para cumplir el plan de Dios y restaurar la relación de Dios con su pueblo.
La Biblia nos dice que a medida que Jesús crecía, lo hacía también en sabiduría, en estatura, y en favor con Dios y con los hombres. Vivió una vida perfecta sin pecado. Les enseñó a las personas a amarse y a seguir a Dios. Honró a todas las personas y siempre dijo la verdad. Hizo muchos milagros y enseñó a la gente a vivir por siempre con Dios.
Opcional: Si es posible, comparte las imágenes de La Biblia en Acción.
Muchas personas comenzaron a seguirlo para aprender más acerca de la forma que Dios quería que vivieran. Sin embargo, otras personas no confiaron en Él. Lo acusaron de hacer las cosas que no había hecho. Lo hicieron arrestar. Pasó por un juicio y fue condenado erróneamente. Fue sentenciado a morir como un criminal, a pesar de que nunca había hecho nada malo. Escucha lo que sucedió.
También llevaban con él a otros dos, ambos criminales, para ser ejecutados. Cuando llegaron al lugar llamado la Calavera, lo crucificaron allí, junto con los criminales, uno a su derecha y otro a su izquierda. —Padre —dijo Jesús—, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Mientras tanto, echaban suertes para repartirse entre sí la ropa de Jesús.
Lucas 23:32–34
Poco después de que Jesús dijera estas palabras, el cielo se oscureció y Jesús murió.
¿Por qué crees que murió Jesús?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos.
¿Por qué piensas que Jesús le pidió a Dios que perdonara a quienes lo habían maltratado?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos
El perdón de Jesús nos enseña sobre la gracia de Dios. La gracia es el perdón inesperado, no ganado y no merecido. Dios extendió su gracia a todos nosotros por medio de Jesús.
Cuando el pecado entró al mundo, fuimos separados de Dios. La Biblia nos dice que el castigo por el pecado es la muerte. Sin embargo, por medio de Jesús, una vez más podemos tener una relación con Dios. Cuando Jesús murió, recibió el castigo por todo nuestro pecado. Su sacrificio pagó el precio por los pecados de las personas. ¡Ha redimido a los que creen en Él!
Haz la acción para “Jesús me lleva de regreso a Dios”. Luego, realiza también las acciones de “Dios es nuestro creador” y “el pecado me separa de Dios”.
La muerte de Jesús fue parte del plan de Dios, pero no fue el fin de la historia. Después de que Jesús murió, fue sepultado en una tumba. Tres días después, algunos de sus seguidores vinieron a visitar la tumba. Escucha lo que nos dice la Biblia que sucedió a continuación.
Haz que algunos estudiantes lean los siguientes versículos en voz alta desde la Biblia, y cambia de lectores después de cada versículo. Si no es posible, los versículos están impresos aquí.
Sucedió que hubo un terremoto violento, porque un ángel del Señor bajó del cielo y, acercándose al sepulcro, quitó la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como el de un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve. Los guardias tuvieron tanto miedo de él que se pusieron a temblar y quedaron como muertos. El ángel dijo a las mujeres: —No tengan miedo; sé que ustedes buscan a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, tal como dijo. Vengan a ver el lugar donde lo pusieron. Luego vayan pronto a decirles a sus discípulos: “Él se ha levantado de entre los muertos y va delante de ustedes a Galilea. Allí lo verán”. Ahora ya lo saben. Así que las mujeres se alejaron a toda prisa del sepulcro, asustadas pero muy alegres, y corrieron a dar la noticia a los discípulos. En eso Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se le acercaron, le abrazaron los pies y lo adoraron. —No tengan miedo —les dijo Jesús—. Vayan a decirles a mis hermanos que se dirijan a Galilea, y allí me verán.
Mateo 28:2–10
¿Es importante saber que Jesús resucitó de entre los muertos? ¿Por qué sí o por qué no?
Permite que 2 o 3 estudiantes compartan sus pensamientos. No los corrijas. Aprenderán de esto más adelante en la lección.
Después de que Jesús resucitó de los muertos, se apareció a algunos de sus seguidores. Escucha lo que les dijo.
Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra. Habiendo dicho esto, mientras ellos lo miraban, fue llevado a las alturas hasta que una nube lo ocultó de su vista.
Hechos 1:8–9
Jesús ascendió al cielo. Ascender significa elevarse por el aire o subir. Jesús ahora está sentado a la diestra de Dios, y habla con Dios en nuestro nombre. Dios envió al Espíritu Santo a vivir en quienes creen en Él para ayudarlos. Y Dios está siempre con su pueblo.
Cuando Jesús murió, pagó el precio por nuestros pecados. Cuando resucitó y ascendió al cielo, nos reconcilió con Dios. Por medio de la muerte, resurrección y ascensión de Jesús, Dios creó un puente para llevar a su pueblo de regreso a Él. Escucha lo que nos dice la Biblia acerca de cómo Jesús nos permite una relación con Dios.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
—Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí.
Juan 14:6
¿Qué crees que signifique que Jesús es el camino?
La Biblia nos dice que hay una sola forma en la que podemos vivir con Dios para siempre: si pedimos perdón por nuestros pecados y aceptamos el regalo de la gracia de Dios. Cuando Jesús resucitó y se fue al cielo para estar con Dios, se convirtió en el puente que permite que nuestra relación con Dios sea restaurada. Debido al sacrificio de Jesús, ¡ya no estamos separados de Dios!
¿Cuáles son las partes más importantes de la historia?
Ahora vamos a practicar y contar la historia unos a otros.
Divide a los estudiantes en parejas y haz que se cuenten la historia mutuamente. Anímalos a hacer que la historia sea interesante al expresar emociones con sus caras, cuerpos y voces. Coloca el cartel del fin de la lección en algún lugar donde puedan verlo. Esto les ayudará a recordar los detalles. Asegúrate de que incluyan:
Algunas personas lo acusaron de crímenes que no cometió. Fue llevado a juicio, declarado culpable y sentenciado a muerte por cosas que no hizo.
Jesús murió en la cruz para pagar el precio por nuestros pecados. Luego resucitó y ascendió al cielo. Debido a su muerte, resurrección y ascensión, todos somos reconciliados con Dios.
Permite que los estudiantes tengan 5 minutos para contar la historia. Luego reúne a la clase para cerrar la actividad.
Estira la tela o la lona. Coloca un lado de la tela cerca de la pared que usaste para representar a Dios en la lección anterior.
La semana pasada nos imaginamos que esta pared representaba a Dios. Toca la pared o la línea. Nuestro pecado nos separa de Dios. Da varios pasos alejándote de la pared o de la línea. No hay manera de reconciliarnos con Dios en nuestras propias fuerzas. Por lo tanto, Jesús pagó el precio por nuestro pecado. Su sacrificio hace posible que vivamos para siempre con Dios. Y aunque no podemos volver al hermoso jardín que Dios le dio a Adán y Eva, podemos caminar cerca de Él como lo hicieron ellos. Jesús es nuestro puente de regreso a Dios. (Muéstrales la tela o la lona, esto representa un puente. Luego camina sobre la tela hacia la pared y toca la pared).
Podemos decidir si queremos o no aceptar el regalo del perdón de Dios. Tenemos la opción de aceptar a Jesús y cruzar el puente de regreso Dios, o permanecer separados de Él. Escucha lo que dice la Biblia sobre aceptar el regalo de la gracia de Dios:
Que, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo.
Romanos 10:9
Según este versículo, ¿que necesitamos hacer para aceptar el regalo de Dios?
Cuando creemos en Jesús, pedimos perdón por nuestros pecados y escogemos vivir nuestras vidas para Él, somos salvos. Nuestros pecados son perdonados y podemos vivir para siempre con Dios. ¡Jesús se convierte en nuestro puente de regreso a una relación con Dios!
Cierra los ojos y piensa en cómo deseas responder a lo que Jesús ha hecho por ti. Si ya escogiste seguir a Jesús, puedes caminar silenciosamente por el puente. Toca la pared para indicar que tienes una relación con Dios debido a lo que Jesús hizo por ti. ¡Ora y agradécele por su sacrificio!
Si nunca has aceptado el regalo de la gracia de Dios por medio de Jesús, lo puedes hacer ahora. ¡Jesús es tu puente hacia Dios! No importa lo que hayas hecho y lo que te haya sucedido, Dios te ama. Si deseas vivir con Él para siempre, puedes declarar con tu boca que Jesús es el Señor y declarar en tu corazón que Dios le levantó de los muertos. Luego, ten la seguridad de que te ha salvado. Si este es el deseo de tu corazón, entonces en silencio camina hacia la pared para mostrar que has aceptado el regalo de la salvación de Dios y has comenzado una relación con Él.
Si no estás listo para aceptar el regalo de Dios, recuerda que Dios te conoce y se preocupa por ti. Puedes hablar con Él como lo harías con un amigo. Si tienes dudas o temores sobre cómo seguir a Dios, puedes hablar con Él mismo sobre tus sentimientos.
Después de algunos minutos, reúne a la clase. Haz que 3 estudiantes sostengan los carteles de las 3 lecciones sobre la historia de Dios.
Hemos aprendido 3 partes importantes de la historia Dios: Dios es nuestro creador amoroso, el pecado nos separa de Dios y Jesús nos lleva de regreso Dios. Pero ¡la historia de Dios aún no se acaba! La próxima vez, aprenderemos sobre tu parte en la historia de Dios.
Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, dales tiempo para completar la actividad.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los estudiantes, basada en Romanos 5:8-9.
Bendición: Que siempre te acuerdes que Dios te ama tanto que envió a su propio Hijo a morir por ti. La sangre de Jesús te justificará y podrás pasar la eternidad con Dios. Que busques encontrar tu lugar en su historia maravillosa.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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