Estoy enojado conmigo mismo

Nota para el maestro:

Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.

En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.

Focus on Life Skills

Materiales
  • Biblia
  • 2 tazas o vaso
  • Baldes, 1 lleno de agua y 2 vacíos
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • La Biblia en Acción, imagen de pájaros
  • Lápices
  • Páginas del Alumno

Devocional del maestro

Observa a los que son íntegros y rectos: hay porvenir para quien busca la paz.

Salmo 37:37

Puedes sentir la ira hirviendo por dentro. No debiste haber dicho esas cosas. No tenías que haber sido tan desagradable …o egoísta…o enojarte tanto. No debiste haber hecho esas cosas, sabías que estaba mal. Ahora las emociones que te condujeron a tomar decisiones malas están aumentando dentro tuyo.

Incluso aquellos que aman al Señor dejan que la ira se recaliente a veces. Sin importar si somos explosivos o pasivos en nuestra ira, es importante lidiar con la causa de nuestro enojo. A menudo la ira es una reacción frente a otras emociones profundas tales como el temor, dolor, o soledad. ¿Qué es lo que está en el corazón de tu ira? Pide a Dios que te muestre qué lo ha provocado. Si un pecado desencadenó tu ira, arrepiéntete y pídele que te limpie. Si es otra emoción fuerte, llévala al Príncipe de Paz. El puedes disminuir las llamas de la ira en tu corazón.

A medida que te preparas para enseñar esta lección, debes ser consciente de que muchos de tus estudiantes podrían responder con ira debido a otras emociones profundas que tienen y que no saben cómo tratar, incluida la ira hacia ellos mismos. Hoy puedes mostrarles cómo entregar la ira y sus corazones a Dios.

Conexión familiar

Anima a los estudiantes a preguntarles a los integrantes de sus familias: “¿alguna vez te has enojado contigo mismo? ¿cómo solucionaste la ira?” Después pueden compartir que Dios nos ama y que nos valora y que Su perdón puede cubrir aun la ira que tenemos hacia nosotros mismos. También, si es posible, haz copias del Artículo de Recurso “Ayudar a los adolescentes a regularse desde el interior” para distribuirlo a las familias de tus estudiantes.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Hacer una actividad para entender cómo la ira puede derramarse hacia los demás.

Dales una bienvenida calurosa. Mientras llegan pregúntales si trataron de usar las técnicas para el manejo de la ira que aprendieron la semana pasada. Anima a aquellos que comparten, y comprométete a orar por ellos. Comienza la clase con este repaso:

La última vez que estuvimos juntos, hablamos sobre la ira. Aprendimos que el enojo puede ser saludable o dañino. También hablamos sobre las técnicas para ayudarnos a controlar la ira. Hagamos un juego divertido para mostrar cómo ésta puede afectar a otros.

Divide a los estudiantes en dos grupos. Haz que se formen en línea al final de la clase, y coloca el balde de agua entre medio de ellos. Posiciona los dos baldes vacíos en el lado opuesto del salón, uno enfrente de cada equipo. Dale una taza o vaso al primer estudiante de cada fila. Diles que llenen sus tasas con agua hasta arriba. Cuando digas “ vayan”, correrán y vaciarán el agua en el balde correspondiente a su equipo. Después correrán de vuelta y le pasarán la tasa al siguiente estudiante de la fila. Los estudiantes continuarán hasta que cada miembro del equipo haya tenido su turno. (Si tienes un número de estudiantes impar, deja que un estudiante en el equipo más pequeño tenga dos turnos). Cuando el juego se acabe, revisa los baldes. El equipo que tenga más agua, gana.

Miren alrededor y fíjense en el agua que se derramó mientras trataban de llenar sus baldes. Cuando estamos llenos de ira, puede ser como una taza llena de agua. Cuando estamos colmados de ira, se requiere sólo una pequeña sacudida o tropezón para causar que ésta salpique a los demás. Cuando tenemos menos ira, no se desparrama tan fácilmente, y podemos controlarla mejor.

Divide a los estudiantes en tres grupos, y da a cada grupo una de las siguientes situaciones hipotéticas para discutir. Si alguna de estas no encaja con los adolescentes, puedes inventar una situación que sí lo haga.

Situación 1: Vives en tu casa con tu familia. Y debido a que hay cuatro niños, nunca tienen suficiente dinero para pagar las cuotas escolares. Tus padres deciden no enviarte a la escuela, ya que eres el menor. ¿Qué te hace enojar? ¿Con quién estás enojado?

Situación 2: Tus padres murieron en un accidente automovilístico. Ahora vives con tu abuela, quien es mayor y necesita que la cuides. Algunas veces eres impaciente con ella porque es difícil tener tanto trabajo que hacer. ¿Qué te hace enojar? ¿Con quién estás enojado?

Situación 3: Tu padre y madre discuten de manera violenta todo el tiempo. Cuando tratas de detenerlos, comienzan a gritarte. ¿Qué te hace enojar? ¿Con quién estás enojado?

Después de que los estudiantes hayan tenido tres ó cuatro minutos para discutir lo que piensan, da a cada grupo un minuto para compartir sus pensamientos con la clase. Después de que cada grupo lo haga, hazles las siguientes preguntas.

  • En esta situación, ¿con quién te enojarías?
  • ¿Este enojo es saludable o es dañino?

La última vez que hablamos sobre la ira, mencionamos que el enojo está dirigido a aquellos que hieren a otras personas o hacia los que nos dañan a nosotros. Sin embargo, hay otro tipo de ira que puede invadir nuestras vidas también. Esta es la ira hacia nosotros mismos. Hablemos sobre cómo este tipo de enojo nos afecta y lo que podemos hacer para lidiar con ella.

2. Enseñanza:

Aprender cómo Dios valora a cada uno, incluso a aquellos que están llenos de ira hacia sí mismos (Salmo 139:14; Lucas 12:6–7; Efesios 2:4–5).

Muchas cosas pueden hacer que estemos enojados con nosotros mismos, incluso las que no son nuestra culpa. Por ejemplo, si fuiste abusado, por supuesto que estarías enojado con la persona que te abusó. También podrías estar enojado con la gente que no fue en tu ayuda o no pudo hacerlo. Pero quizás también experimentes otro tipo de enojo y éste es hacia ti mismo.

Podrías estar enojado porque no pudiste defenderte del abusador. Quizás estás enojado contigo mismo debido a que estabas en una situación vulnerable de la cual no podías escapar. Recuerda, las víctimas de abuso nunca son culpables por sus situaciones. Sin embargo, estar enojado contigo mismo puede ser una emoción ser real y fuerte, incluso para aquellos que son víctimas. Si fuiste abusado, no es tu culpa. Entonces este enojo es dañino.

Hay algunas razones saludables para estar enojado con nosotros mismos. Por ejemplo, podemos tomar decisiones mediocres que sabemos que dañarán a los demás. Quizás podríamos decir o hacer algo que sabemos que está mal. Podríamos enojarnos con nosotros mismos por estas decisiones. Este tipo de ira es razonable, si aprendemos y crecemos a partir de los errores que hemos cometido.

Otra razón por la que podemos estar enojados con nosotros mismos es porque, de manera repetida, hemos sido abandonados, atacados, o rechazados por aquellos que debieran cuidarnos. La rabia interior se puede construir porque comenzamos a pensar que merecemos este tipo de trato. Creemos lo que otros nos dicen: que somos el problema o que no tenemos valor. Esto puede causar que nos enojemos con nosotros mismos, para ayudarnos a superar el dolor interno y profundo.

  • ¿Cuáles son algunos de otros ejemplos de ira hacia nosotros mismos?
  • ¿Por qué piensas que nos enojamos en estas situaciones?

Incluso si la ira hacia nosotros mismos es lógica, no es saludable aferrarse a ella. Como hablamos sobre esto en la última clase, cualquier enojo que mantengamos dentro puede causarnos problemas de salud, depresión, culpa y ansiedad. Nos puede impedir que realicemos las cosas que necesitamos y queremos hacer. Es como una tasa llena de agua hasta arriba. No hace falta mucho para que se derrame hacia otras áreas de nuestras vidas u otras personas. Es por eso que necesitamos encontrar maneras de soltar nuestro enojo hacia nosotros mismos.

  • Cuando nos enojamos con nosotros mismos, podemos usar las mismas técnicas para ayudarnos a manejar la ira que usamos para lidiar con el enojo hacia otros. ¿Puedes recordar cuáles eran?

Respirar de manera lenta, retirarte, comunicarte con los demás y especialmente con Dios.

Sin embargo aquí hay algo importante a considerar cuando nos enojamos con nosotros mismos. Necesitamos aprender a perdonarnos por nuestras fallas y amarnos por quiénes somos. ¡Debemos creer que somos lo que Dios dice que somos!

Consejo para el maestro: La ira que sentimos hacia nosotros mismos puede guiarnos a comportamientos autodestructivos, tales como usar drogas o consumir alcohol. A menudo los adolescentes que están enojados con ellos mismos luchan y no se sienten dignos de ser amados. Estos serán difíciles de alcanzar porque pueden estar experimentando un dolor profundo. ¡Asegúrate de recordarles cuánto tú y Dios se preocupan por ellos!
Versículo para memorizar

Pide a un estudiante que lea el salmo139: 14 en voz alta y desde la Biblia. Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!

Salmo 139:14

  • ¿Qué nos dice este versículo bíblico sobre nosotros mismos?

Dios nos hizo. Sabe nuestro valor ya que sólo Él hace cosas maravillosas.

Consejo para el maestro: Este es un versículo útil para que memoricen los estudiantes; les puede traer consuelo cuando luchen con problemas de autoestima. Si el tiempo lo permite, repitan el versículo juntos como clase tres ó cuatro veces, y así lo recuerden en tiempos difíciles.

Dios nos cuida cuando estamos asustados o heridos o rechazados o enojados. Él desea que sepamos que fuimos hechos de manera maravillosa. Nos valora mucho. No desea que estemos enojados con nosotros mismos por las cosas que hemos hecho o que nos han hecho. Cuando Dios nos mira, nos ve a través de sus ojos de amor.

Pide a un estudiante que lea Lucas 12:6–7 en voz alta y desde la Biblia.

Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.

¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas? Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos. Así mismo sucede con ustedes: aun los cabellos de su cabeza están contados. No tengan miedo; ustedes valen más que muchos gorriones.

Lucas 12:6–7

  • Jesús compartió estas palabras con sus seguidores. ¿Qué nos dicen sobre cómo Dios nos ve?

Dios no se olvida de nada de lo que ha creado, ni siquiera de los gorriones comunes. ¡Aún más se preocupa por nosotros!

  • Debido a que Dios nos ama mucho, ¿cómo piensas que se siente sobre la ira hacia ti mismo?

Escucha cómo Dios se preocupa por ti en estos versículos de Efesios.

Pide a un estudiante que lea Efesios 2:4–5 en voz alta y desde la Biblia.

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!

Efesios 2:4–5

Dios nos amó aun cuando estábamos muertos en nuestros pecados. Ya que se preocupa por nosotros, podemos compartir nuestro dolor e ira con Él. Cuando hablamos del perdón, aprendimos que Dios nos perdona cuando se lo pedimos, aun por las cosas que hemos hecho que parecen imperdonables. Entonces si Dios nos ama y no está enojado con nosotros, ¿por qué deberíamos estar enojados con nosotros mismos?

3. Respuesta

Hablar y orar sobre liberar la ira contra uno mismo.

Hablemos de nuevo sobre las situaciones que vimos al comienzo de la clase.

Pide a los estudiantes que vuelvan a los grupos de la primera parte de la lección. Recuérdales las situaciones que discutieron.

  • En esta situación, ¿por que podrías enojarte contigo mismo?
  • ¿Cómo el amor de Dios te podría ayudar a superar el enojo contigo mismo? 

Da a los grupos dos o tres minutos para discutir sus respuestas. Luego dales un minuto para hablar con la clase sobre lo que piensan.

Ahora pensemos sobre las cosas que pueden causar que nos enojemos con nosotros mismos.

Ten el balde de agua y la tasa que usaste en la primera parte de la lección. Recoge la tasa y llénala con agua hasta arriba. Sujétala de forma que todos la puedan ver.

La ira hacia nosotros mismos es dañina para nuestra salud y felicidad, y puede ser hiriente para aquellos que nos rodean. A medida que discutimos anteriormente, el estar llenos de ira es igual como una tasa de agua llena hasta arriba, cuando la muevo de esta forma o doy un paso en esa dirección, el agua se derrama hacia mí y hacia otros.

Haz una demostración al mover la tasa para que el agua se derrame.

Ahora piensa en una situación real cuando estuviste enojado contigo mismo, aún con ira que desbordaba hacia ti. Quizás estabas desilusionado contigo ya que tomaste una decisión mala que tuvo consecuencias negativas para ti o para alguien más. A lo mejor alguien te maltrató y piensas que deberías haber evitado esa situación. De pronto fuiste descuidado y cometiste un error que te hirió a ti o a alguien. Tal vez usaste la ira para cubrir el temor, la humillación o el rechazo que sentiste. No importa el por qué estás enojado contigo mismo, Dios desea que le entregues tu ira. Quiere ayudarte a deshacerte de ella. Anhela que conozcas que Su amor y perdón puede sanar tu corazón de todo lo que te hace estar enojado contigo mismo. Quiere que te veas de la forma que Él te ve.

Opcional: Si utilizas las Páginas del Alumno, los adolescentes pueden usarlas para responder.

Mientras piensas en tu enojo, pídele ayuda Dios. Él puede auxiliarte para lidiar con la ira de una manera saludable que no te dañe a ti o a otros. Si deseas, puedes orar ahora. Luego ven y pide la ayuda de Dios, a medida que derramas un poco de agua desde la taza al balde. Si no deseas orar, ven y piensa como liberar tu ira a medida que derrames el agua en balde.

Permite que los adolescentes oren, reflexionen y viertan el agua, si quieren. Observa el nivel de agua de la taza y asegúrate de rellenarla para que haya suficiente agua para todos los que quieran derramarla en el balde. Después bendícelos de manera individual al nombrarlos o como grupo, con esta oración basada en Efesios 2:10.

Bendición: Que te ames a ti mismo y veas el valor que Dios te ha dado. Que recuerdes que eres Su creación, y que te ha creado para buenas obras. Que busques los caminos de Dios a medida que comienzas a verte de la forma que Él te ve.

Consejo para el maestro: Si es posible, envía por correo electrónico o por mensaje de texto la tarjeta de Conexión familiar a la familia de tus estudiantes.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes como un recordatorio de que Dios siempre es digno de alabanza.

Copyright: VIDA POR VIDA © 2021 DAVID C COOK. SE PERMITE LA REPRODUCCIÓN SOLO PARA SER USADA EN EL AULA. TODOS LOS DEMÁS USOS REQUIEREN AUTORIZACIÓN POR ESCRITO. SOLICÍTELO POR CORREO ELECTRÓNICO A [email protected]. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS.

Más lecciones

Primaria Elemental

Año 1

Año 2

Año 3

PRIMARIO

Año 1

Año 2

Año 3

ADOLESCENTE

Año 1

Año 2

Año 3