Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.
En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.
Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario, hasta donde Jesús, el precursor, entró por nosotros, llegando a ser sumo sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Hebreos 6:19–20
Nuestros corazones desean seguridad y certeza. Queremos saber lo que sucederá hoy, mañana y en diez años más. Por lo tanto, ponemos nuestras esperanzas en las cosas que queremos y necesitamos. Cuando las esperanzas nos decepcionan, empezamos a experimentar estrés, ansiedad y temor. A pesar de que la vida está llena de incertidumbre, podemos estar seguros de una cosa: nuestra esperanza está en Dios, y es fuerte y segura. Cuando seguimos a Jesús, nos aferramos a la esperanza de que su camino es bueno y justo.
¿Tu esperanza ha sido sacudida por la incertidumbre? Escribe una lista de las cosas que esperas. Luego ora por la lista, entregando cada ítem a Dios. Pídele que cambie tu corazón y mente en cuanto a las esperanzas que no son parte del mejor plan que tiene para tu vida. Dile que te guíe en sus caminos y que cambie tus incertidumbres en seguridad en Él. Cuando pones tu esperanza en las promesas de Dios, nunca serás decepcionado.
Anima a las familias a que hablen sobre la decepción. Pide que un familiar comparta un ejemplo de algo que le provocó incertidumbre y lo decepcionó. Luego, anímalos a que conversen acerca de un momento cuando experimentaron incertidumbre y lo resolvieron bien.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños a medida que llegan a la sala de enseñanza. Hazles preguntas difíciles tales como: ¿Cuántos países hay en el mundo? No compartas la respuesta. Déjalos preguntarse hasta que comiences la clase.
Puedes estar confundido o inseguro por la pregunta, porque no te compartí la respuesta. Esto significa que no tienes seguridad. Vamos a realizar un juego para ayudarte a entender más sobre la inseguridad.
Todos pónganse en un círculo grande, cantaré una canción. Cuando deje de cantar y diga “¡alto!” rápidamente toma asiento en el círculo. La última persona en sentarse quedará fuera del juego.
Canta parte de una canción corta. Di “¡alto!” en un momento inesperado de la canción. No esperes hasta que la canción se termine para decir “alto”. Luego juega de nuevo. Anima al último niño que se sentó a venir y cantar la canción contigo. Continúa este proceso hasta que haya sólo un niño jugando, o hasta que hayas jugado por 5 minutos. Si hay un ganador, felicítalo y que todos los niños se vuelvan a sentar en un círculo.
Cuando jugamos este juego no estabas seguro de cuándo podría decir: “¡alto!” Aún estás inseguro de la respuesta a mi pregunta que hice al comienzo de la clase. A veces la inseguridad es buena y divertida, como lo es la pregunta y el juego. Sin embargo, en otras ocasiones, la inseguridad puede producir temor. No saber lo que pasará puede hacer que nos preocupemos y que nuestras mentes sigan pensando en eso. Hoy, hablaremos más acerca de cómo podemos tener esperanza y paz cuando nos sentimos inseguros.
¿Alguna vez te has sentido inseguro? ¿De qué cosas no estás seguro?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
Te contaré una historia verdadera de la Biblia. Es acerca de Pedro, uno de los discípulos de Jesús. Jesús, el amigo de Pedro, había muerto y resucitado. ¡Pedro no lo había visto vivo! Pero, Jesús había desaparecido y Pedro no estaba seguro sobre lo que debía hacer.
Pedro decidió hacer algo que sabía hacer bien. ¡Fue a pescar! Antes de ser un discípulo de Jesús, Pedro era pescador. Entonces, cuando no estuvo seguro de qué hacer, pescó.
Mientras compartes la siguiente sección, representa las acciones.
Juguemos a que pescamos. ¡Estamos en un barco muy grande! Trabajen juntos para lanzar la red grande y pesada al costado del barco!
Haz como si estuvieras lanzando una red muy grande a un lado del barco. Anima a los niños a que hagan lo mismo.
¿Qué debemos hacer a continuación?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
Después, esperaron a los peces. Eso es lo que hizo Pedro y los otros discípulos de Jesús. Pasaron toda la noche pescando, pero no atraparon a ningún pez. Escucha lo que sucedió después. Mientras leo la historia, actúa como si estuvieras esperando a que nuestra red se llene de pescados.
Finge mirar a un lado del barco y el agua. Anima a los niños a hacer lo mismo. Si es posible lee estos versículos directamente de tu Biblia.
Al despuntar el alba Jesús se hizo presente en la orilla, pero los discípulos no se dieron cuenta de que era él. —Muchachos, ¿no tienen algo de comer? —les preguntó Jesús. —No —respondieron ellos.
Juan 21:4–5
¿Cómo crees que se sintieron los discípulos porque no atraparon ningún pez?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
¿Qué crees que sucedió después?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
Escucha lo que sucedió después.
Tiren la red a la derecha de la barca, y pescarán algo. Así lo hicieron, y era tal la cantidad de pescados que ya no podían sacar la red.
Juan 21:6
¡Hagamos como que nuestra red está llena de pescados! ¡Tirémosla hacia el bote! ¡Tenemos que hacerlo con fuerza porque está muy llena!
Actúa como se estuvieras jalando una pesada red de pescados al bote. Anima a los niños a simular tirarla contigo.
Ahora los discípulos tenían muchos pescados. ¿Qué crees que sucedió después?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
¡Los discípulos reconocieron a Jesús! Pedro saltó al agua y fue hacia Jesús. Los otros discípulos lo siguieron, arrastrando una red llena de peces. Llegaron a la orilla y desayunaron con Jesús.
Vamos a hacer de cuenta que estamos tomando el desayuno alrededor de una fogata. Nos sentaremos en un círculo grande y desayunaremos pan y algunos de los pescados que atrapamos.
Haz que los niños se sienten en un círculo. Actúa como si comieras pescado y pan alrededor de una fogata. Anima a los niños a hacer lo mismo. Permanecerán en el círculo por el resto de la lección.
En este momento de la historia los discípulos sabían que Jesús había resucitado de los muertos, pero no sabían cuándo lo iban a ver de nuevo.
¿Cómo crees que se sintieron Pedro y los discípulos antes de ir a pescar?
Deja que 2 o 3 niños respondan. Los estudiantes pueden responder que los discípulos quizás sintieron incertidumbre, inseguridad de qué hacer y cómo podrían seguir a Jesús.
¿Cómo crees que se sintieron Pedro y los discípulos porque no atraparon a ningún pez?
Permite que 2 o 3 niños respondan. Los estudiantes quizás digan que los discípulos se sintieron desanimados e inseguros sobre qué hacer.
¿Cómo crees que se sintieron Pedro y los discípulos cuando vieron a Jesús?
Permite que 2 o 3 niños respondan. A lo mejor contestarán que los discípulos se sintieron alegres.
Podemos tener esperanza como la tenía Pedro. Algo que podemos hacer es dar un paso adelante cuando sentimos inseguridad por lo que pasará. Esto es lo que hizo Pedro. Cuando no supo qué hacer, se fue a pescar. ¡En el momento que vio a Jesús, saltó al agua y corrió hacia Él! Y más adelante, cuando Jesús le pidió que cuidara a la iglesia, Pedro lo hizo. Cuando Pedro no estuvo seguro, encontró esperanza en Jesús e hizo lo que Jesús le dijo que hiciera.
Cuando tienes esperanza, por lo general te sientes más feliz y con mayor paz. Tener esperanza te ayuda a superar las cosas difíciles e inseguras. Acá hay algunos consejos que te ayudarán a tener esperanza cuando no estás seguro de algo.
Ahora vamos a practicar algunos de estos consejos para ayudarnos a recordar cómo tener esperanza en tiempos de inseguridad.
Haz que los niños se paren en un círculo. Asegúrate de que el centro del círculo esté despejado para que los estudiantes puedan moverse sin tropezar con cosas.
Todos tenemos cosas en nuestras vidas que nos hacen sentir inseguros. Piensa en algo sobre lo que no estás seguro. No tienes que compartirlo con nadie. Puede ser algo divertido, tal como no saber cuándo nacerá el nuevo bebé de la familia. O una cosa que te preocupa, como no saber si tu familia tendrá suficiente comida para comer en la noche. Cuando pienses en algo de lo que estás inseguro, levanta la mano.
Espera hasta que todos los niños hayan levantado su mano antes de continuar con la lección.
Daremos un paso adelante en nuestra inseguridad. Piensa en algo que puedes hacer para encontrar esperanza en medio de las situaciones que te dan temor. Usa los consejos de los que acabamos de hablar o piensa en otra cosa que podrías hacer. Por ejemplo, si tu inseguridad es acerca del nuevo bebé de tu familia, podrías orar que el bebé nuevo nazca sano. Si no estás seguro de que tu familia tenga comida suficiente para comer, podrías usar un objeto para hablar de tus preocupaciones. O pedirle a un amigo, o a tu papá o mamá que hablen contigo.
¿Qué cosa puedes hacer para encontrar esperanza en medio de situaciones inseguras?
Cuando hayas pensado en algo que puedes hacer, da un paso al frente. Si quieres da un paso gigante, salta o da muchos pasitos. Sigue moviéndote al frente hasta que estés brazo con brazo con los otros niños que tienes parados al lado en el círculo.
Espera hasta que todos los niños estén parados y cerca el uno del otro.
¡Todos estamos juntos en el medio del círculo! Recuerda que no estamos solos cuando nos sentimos inseguros. Tenemos amigos y otras personas que nos pueden ayudar a hablar, orar y actuar cuando sentimos inseguridad. ¡Dios también está con nosotros! Nos ama y se preocupa por nosotros. Nos puede ayudar a encontrar esperanza cuando nos sentimos inseguros.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, pásales tijeras y lápices de colores a los niños para que completen sus hojas. Lee la actividad con ellos y dales al menos 5 minutos para realizarla.
Hoy, nuestro versículo de memoria nos recuerda que Dios siempre está con nosotros, incluso si sentimos inseguridad.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
En efecto, David dijo de él: “Veía yo al Señor siempre delante de mí, porque él está a mi derecha para que no caiga. Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua; mi cuerpo también vivirá en esperanza”.
Hechos 2:25–26
Repite las acciones y las palabras con los niños 3 veces. Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Juan 21:6:
Bendición: Cuando sientas inseguridad, puedes confiar en Dios. Que sepas que te traerá esperanza.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:
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