Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.
En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.
Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre.
Juan 14:16
¿Alguna vez has tenido un amigo que haría cualquier cosa por tu bienestar? ¿Ese tipo de amigo que te alentó, te fortaleció, te ayudó, y camino a tu lado para que nunca te sintieras solo? ¡El Espíritu Santo es este persona para ti. Cuando te conviertes en cristiano, el Espíritu de Dios viene a vivir dentro de ti!
Jesús sabía que sus discípulos necesitarían a alguien que caminara con ellos. ¡Y con nosotros también! Piensa en un área de tu vida donde necesites consuelo o ánimo. Pide al Espíritu Santo que te de lo que necesitas. ¿Dónde necesitas entender mejor la verdad sobre Jesús o el Padre? ¡Pregúntale al Espíritu Santo! ¡Él es el Espíritu de la verdad! Ora para que, en estas lecciones sobre la persona del Espíritu Santo, su presencia poderosa sea conocida por ti y por tus estudiantes.
Anima a las familias a hablar sobre cómo te ayuda un amigo. Di a los niños que comenten en sus casas acerca de las maneras en que el Espíritu Santo es un amigo que nos ayuda.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Dales la bienvenida a todos a la clase. Mientras los niños ingresan, pídeles que mencionen las personas de la Trinidad.
Hagamos un juego. Este se llama “el maestro dice”. Todos pónganse de pie mirándome. Tendrás que escuchar con atención y hacer solo lo que yo diga, si digo las palabras “el maestro dice”. Si digo “el maestro dice toca tu cabeza”, entonces tocarás tu cabeza. Si sólo digo “toca tu cabeza” no tocarás tu cabeza. Recuerda sólo hacer lo que digo si lo pido con las palabras “el maestro dice”.
Haz el juego unas cuantas veces solo por diversión. Si alguno de los niños sigue las instrucciones cuando no se supone que lo hagan, están fuera del juego. Di las declaraciones rápidamente para que los niños tengan que responder de inmediato. Aquí hay algunas acciones sugeridas o puedes inventar tus propias acciones.
El maestro dice que te sientes.
Ponte de pie
El maestro dice que pises fuerte.
Estira las manos por encima de la cabeza.
Agáchate y toca los dedos de tu pie.
Aplaude.
El maestro dice que bailes en tu lugar.
Salta en un pie.
El maestro dice que saludes con la mano.
El maestro dice que te sientes.
Nuestro juego involucra escuchar las instrucciones que se dan. Tuviste que escuchar con cuidado para saber qué hacer. Al Espíritu Santo, la tercera persona de la Trinidad, también se le llama guía, maestro y amigo.
El Espíritu Santo no tiene un cuerpo como el que usaste en nuestro juego. Sin embargo, Él es una persona real. De la misma forma que ves los efectos del viento que sopla, puedes ver los efectos del Espíritu Santo en la vida de alguien. Aprendamos más sobre este amigo especial.
Aunque no puedes ver al Espíritu Santo, Él es una persona real. Jesús promete que cuando alguien se vuelve cristiano, el Espíritu Santo viene y vive en esa persona. ¡Eso significa que tendrás un amigo contigo por siempre!
Si los niños no ofrecen ideas sugiere cosas como: un amigo te ayuda, te consuela, te anima, te fortalece y te guía.
En nuestro juego, yo guié tus acciones. En la vida real, el Espíritu Santo guiará tus acciones cuando creas y lo escuches. Aprendamos más sobre lo que dijo Jesús acerca del Espíritu Santo.
Si es posible lee este versículo directamente de tu Biblia.
Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador para que los acompañe siempre:
Juan 14:16
El amigo (consolador) sobre el que Jesús está hablando es la tercera persona la Trinidad, Dios el Espíritu Santo.
Nos dice que el Espíritu Santo es un amigo, que nos ayudará y que estará para siempre con nosotros.
Escuchemos algo más que Jesús dijo a sus discípulos:
Pero les digo la verdad: Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes.
Juan 16:7
Cuando Jesús dijo que se iba, quería decir que regresaba al cielo a vivir con su Padre. Ahí es donde está ahora. Pero tú no estás solo porque el Padre envió al Espíritu Santo a vivir en aquellos que son creyentes. Él es tu amigo. ¿Te acuerdas cuando hablamos sobre lo que los amigos hacen unos por otros? Los amigos se ayudan mutuamente. El Espíritu Santo quiere ser tu amigo y desea ayudarte.
El versículo que recién leímos nos dice algo importante sobre el Espíritu Santo. Este fue enviado para ayudarte. Si eres un creyente, Él vivirá contigo como un amigo cercano. Es importante recordar esto, así que digámoslo de nuevo y agreguemos acciones a nuestras palabras.
Mientras digas, “El Espíritu Santo fue enviado para ayudarme”, mueve tu brazo derecho hacia el costado, luego hacia el frente y pon la mano en tu corazón. Haz lo mismo con la mano izquierda mientras dices, “El Espíritu Santo puede ser mi amigo”. ¡Hagámoslo de nuevo!
El Espíritu Santo fue enviado para ayudarme—Extiende la mano derecha hacia el costado y hacia el frente, y sobre tu corazón.
El Espíritu Santo puede ser mi amigo—Extiende la mano izquierda hacia el costado y hacia el frente, y sobre tu corazón.
Cuando diga el Espíritu Santo es un amigo, repetirás estas oraciones con las acciones:
El Espíritu Santo fue enviado para ayudarme—Extiende la mano derecha hacia el costado y hacia el frente, y sobre tu corazón.
El Espíritu Santo puede ser mi amigo—Extiende la mano izquierda hacia el costado y hacia el frente, y sobre tu corazón.
Jesús nos habló más del Espíritu Santo. Escuchemos lo que dijo:
Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí
Juan 15:26
Jesús sabía que la vida podía ser dura, llena de dolor y sufrimiento. En la vida puedes sentirte solo, y quizás es difícil vivir de maneras que honran a Dios. Jesús entendía que necesitarías a un ayudador. Este versículo dice que Jesús envió al Espíritu Santo del Padre para ayudarte. Cuando crees en Jesús, el Espíritu Santo vive en ti. ¡Jesús dijo que el Espíritu Santo te ayudará y estará para siempre contigo! El Espíritu Santo es un amigo. (Guía a los niños a repetir las oraciones y acciones que aprendieron.)
Divide a los niños en grupos de 3–4.
Pensemos un poco sobre lo que significa tener la ayuda de alguien como un amigo. Levanta la mano si alguna vez necesitaste ayuda para algo.
Deja que respondan 3–4 niños.
Piensa en un momento cuando tus amigos u otras personas te ayudaron. Quizá alguien te ayudó a llevar algo, o a lo mejor un amigo hizo algo para hacerte reír cuando estabas triste. (Haz una pausa de 30 segundos para que los niños hagan memoria de cuándo necesitaron ayuda.)
En sus grupos, tomen turnos para contar sobre una ocasión cuando alguien te ayudó a hacer algo.
Permite que los grupos tengan de 3–4 minutos para compartir sus ideas. Mientras hablan, camina por la clase y escucha lo que comparten.
¡Todos lo hicieron muy bien! Es bueno cuando los demás nos ayudan.
El Espíritu Santo es un ayudador y un amigo que siempre está cerca. Él es un amigo que no se parece a ningún amigo humano porque es Dios. ¡Es un amigo perfecto! El Espíritu Santo solo te dirá lo que es verdad y correcto. Es importante recordar que cuando habla, siempre dirá lo que está de acuerdo con lo que está en la Biblia. Si lo que escuchas no está de acuerdo con la Biblia, no viene de Dios. El Espíritu Santo te ayudará a aprender sobre Jesús y Dios el Padre. Cuando pidas sabiduría, consuelo o dirección, Él te ayudará.
Es importante pedir ayuda cuando la necesites. Puedes pedirle al Espíritu Santo que te ayude en los momentos difíciles y cuando tengas temor. También cuando necesites que te ayude a ser paciente y amable. Puedes pedirle ayuda para sanar heridas del alma. Pensemos en el Espíritu Santo como tu amigo y ayudador.
Deja que tengan 30 segundos para pensar en silencio y responder.
Permite que compartan 2–3 niños. Está bien si los estudiantes no quieren compartir. Estos son pensamientos entre ellos y Dios.
Tomemos un momento para pedirle al Espíritu Santo que nos ayude. Primero, hagamos una pausa y silenciemos nuestros corazones y mentes para que podamos escuchar al Espíritu Santo. Piensa en las cosas que necesitas ayuda. Luego, ora y pídele al Espíritu que te ayude. Después escucha en silencio lo que Él te puede mostrar. Puede que escuches un versículo de la Biblia o que te venga una idea a la mente.
Toma una pausa de 1 minuta dejar que los niños oren.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, da a cada niño crayones o lápices de colores. Después permite que tengan 3 minutos para dibujar las cosas en las que quieren la ayuda del Espíritu Santo.
Esta semana cuando necesites ayuda, recuerda pedirle al Espíritu Santo porque el Espíritu Santo es un amigo. (Haz que los niños repitan la oración con sus acciones.)
Nuestro versículo para memorizar nos dice cómo el Espíritu Santo nos ayuda dándonos esperanza.
Si utilizas el cartel del versículo para memorizar, muéstralo a los niños.
Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo.
Romanos 15:13
Mientras lees el versículo, haz las siguientes acciones con los niños. Repite el versículo para memorizar y las acciones 3 veces.
Que el Dios de la esperanza—Levanta las manos hacia el cielo.
Los llene de toda alegría—Ahueca las manos al frente de tu estómago. Mantén las manos así mientras las llevas hacia tu boca.
Y paz—Sonríe.
A ustedes que creen en Él—Levanta las manos hacia el cielo.
Para que rebosen de esperanza—Ahueca las manos al frente de tu estómago. Mantén las manos así mientras las llevas hacia tu boca.
Por el poder del Espíritu Santo—Haz una acción que demuestre fuerza en tu cultura.
Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Juan 14:16.
Bendición: Que sepas que el Espíritu Santo es tu amigo. Que entiendas que Él estará para siempre contigo. Y que sepas que el Espíritu Santo es tu ayudador.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los niños:
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