Cada recurso digital utilizado en esta lección está disponible para descargar utilizando el botón a continuación. Durante la lección, la información para ti está escrita en letra regular y lo que sugerimos para hablar o leer en voz alta a los niños está en negritas.
En algunas lecciones encontrarás “ARTÍCULOS DE RECURSOS”. Son artículos escritos por expertos de todo el mundo que te equiparán para tu trabajo con niños y adolescentes. Compártelos con los padres o tutores si lo consideras apropiado.
Necesitaras un área grande y despejada para hacer el juego en la sección de conexión. Puedes jugar afuera o despejar un espacio de tu sala de clases antes de que comiencen. Si no tienes un espacio grande, utiliza el juego opcional en su lugar.
No es bueno actuar sin pensar; la prisa es madre del error.
Proverbios 19:2, TLA
El entusiasmo y la impaciencia son emociones poderosas. A menudo sabemos el camino que queremos seguir y nos precipitamos hacia él, olvidándonos de pensar, orar y pedir la guía de Dios. Cuando actuamos sin pensar y nos precipitamos hacia las cosas, podemos perdernos del mejor plan que Dios ha puesto ante nosotros. Dios nos llama a aprender paciencia y sabiduría, y a profundizar nuestra fe en Él. Cuando lo hacemos, nos parecemos cada vez más a las personas que Él quiere que seamos.
¿En qué áreas de tu vida empujas con impaciencia o con entusiasmo sin mirar a Dios para que te guíe? En vez de apresurarte a actuar, practica la paciencia. Pide consejo a las personas en las que confías. Detente y reflexiona en las consecuencias inmediatas y a largo plazo de tu decisión. Piensa antes de actuar, y pide a Dios que guíe tus pasos. Luego escucha con paciencia su respuesta. Solo te darás cuenta de lo mejor de Dios para tu vida cuando aprendas a esperar en Él.
Pide a las familias que compartan con sus hijos algunas de las buenas cosas que han esperado en sus vidas. Esto les ayudará a reforzar el valor de la espera con dominio propio.
Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.
Saluda a los niños. Diles que comenzarán la clase con un juego divertido.
Que los niños se alineen uno al lado del otro a un extremo de tu área grande y despejada. Ponte de pie en el otro extremo del área, en frente de los niños.
Comencemos con un juego. Cuando diga: “Ya”, camina tan rápido como puedas hacia mí. Cuando diga: “Detente”, debes detenerte de inmediato. Si das un paso más, tendrás que volver a donde comenzaste el juego. ¡La primera persona que me alcance gana el juego!
Empieza el juego diciendo: “Ya”. Luego, un segundo más tarde di: “Detente”. Continúa haciéndolo hasta que uno de los niños te alcance. Trata de variar la cantidad de tiempo entre las órdenes para que los niños las escuchen con atención. Si un niño continúa caminando después de que dices que se detengan, amablemente dile que debe regresar al lugar donde comenzó y continuar jugando desde allí.
Opcional: Si no tienes un área grande, realiza el juego de manera similar, pero haz que los niños aplaudan o canten en vez de caminar cuando digas: “Ya”. Deben dejar de aplaudir o cantar cuando digas: “Detente”. Si un niño no se detiene a tiempo queda fuera del juego.
Felicita al ganador. Luego haz que todos los niños tomen asiento en un círculo para la lección. Siéntate en el círculo con ellos.
Hoy aprenderemos más sobre el dominio propio y cómo la espera puede ayudarnos a ponerlo en práctica. La Biblia nos cuenta una historia verdadera sobre 2 hermanos. En la historia, uno de los hermanos era bueno esperando mientras que el otro no.
Hace mucho tiempo, nacieron unos hermanos gemelos. Sus nombres eran Jacob y Esaú. Incluso antes de que nacieran, Jacob y Esaú luchaban entre sí. Esaú nació primero y Jacob nació justo después de Esaú agarrado con una mano del talón de Esaú. A medida que los niños crecían, continuaban en desacuerdo. Su padre amaba más a Esaú, mientras que su madre amaba más a Jacob. Escucha lo que sucedió un día.
Opcional: Si es posible, comparte la imagen de La Biblia en Acción.
Si es posible, lee estos versículos directamente de tu Biblia.
Un día, cuando Jacob estaba preparando un guiso, Esaú llegó agotado del campo y le dijo: —Dame de comer de ese guiso rojizo, porque estoy muy cansado. (Por eso a Esaú se le llamó Edom).
Génesis 25:29–30
Di conmigo lo que dijo Esaú.
Permite que los niños digan: “Me estoy muriendo de hambre. Dame ya de ese guiso”.
Jacob le dijo a su hermano hambriento Esaú: “Primero véndeme los derechos que te pertenecen por ser el hijo mayor de la familia”. Como hijo mayor, Esaú iba a recibir toda la tierra de su padre y todo lo que le pertenecía. ¡Esas son un montón de cosas buenas para cambiar por un plato de comida!
¿Crees que Esaú hizo el intercambio? ¿Por qué?
Permite que 2 o 3 niños respondan. Después de que hayan compartido sus ideas, repite todas las respuestas una a la vez y pídeles que levanten la mano para indicar qué respuesta piensan que es la correcta.
Escucha lo que sucedió después:
—Me estoy muriendo de hambre —contestó Esaú—, así que ¿de qué me sirven los derechos de primogénito? —Véndeme entonces los derechos bajo juramento —insistió Jacob.Esaú se lo juró, y fue así como le vendió a Jacob sus derechos de primogénito. Jacob, por su parte, le dio a Esaú pan y guiso de lentejas. Luego de comer y beber, Esaú se levantó y se fue. De esta manera menospreció sus derechos de hijo mayor.
Génesis 25:32–34
¿Esaú eligió el dominio propio? ¿Por qué?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
Todos hagamos que comemos una sopa muy deliciosa.
¿Piensas que esta comida es lo suficientemente deliciosa para cambiar algo importante por ella?
Diles que indiquen “si” o “no” sin hablar. Por ejemplo, pueden mover la cabeza para decir “si” o “no”. Luego llama su atención y comparte la siguiente parte de la historia.
Esaú no actuó con dominio propio. solo se preocupó de lo hambriento que estaba en ese momento. No le importó entregar el regalo maravilloso que su padre le daría porque aún no estaba sucediendo.
¿Alguna vez has tomado una decisión que te ayudó en el momento, pero que no lo hizo después? Por ejemplo, a lo mejor decidiste sacar el abrigo especial de tu hermana. En ese momento, el abrigo te mantuvo abrigado. Si pierdes el abrigo, tu hermana se podría enojar contigo o simplemente ponerse triste porque no tiene su abrigo. Entonces tendrías que restaurar la relación con tu hermana.
Algunos años más tarde, Jacob fue a ver a su padre fingiendo ser Esaú. El padre de los hermanos bendijo a Jacob en vez de Esaú. Esta era una bendición muy importante porque venía de Dios. Cuando Esaú se enteró de que su padre le había dado su bendición a Jacob, se enojó mucho y quiso asesinar a su hermano.
¿Esaú actuó con dominio propio cuando se enteró de que su hermano había recibido la bendición?
No.
¿Por qué piensas que Esaú se enojó con su hermano?
Permite que 2 o 3 niños respondan.
Jacob había tomado algo muy importante que Esaú pensaba que le pertenecía. Sabiendo que Esaú podría asesinar a Jacob, su madre lo envió lejos. Se casó y tuvo hijos. Muchos años después, Dios envió a Jacob de vuelta a su tierra natal, y Jacob decidió que era hora de restaurar la relación con Esaú. Por lo que Jacob y su familia se reunieron con Esaú.
Pero Esaú corrió a su encuentro y, echándole los brazos al cuello, lo abrazó y lo besó. Entonces los dos se pusieron a llorar.
Génesis 33:4
¿Crees que Jacob y Esaú mostraron dominio propio en su manera de hablarse? ¿Por qué?
Permite que respondan 2 o 3 niños.
Los hermanos no estaban enojados, sino que estaban muy felices. Luego se dejaron en paz.
Esa historia probablemente habría sido muy diferente si tanto Esaú como Jacob hubieran esperado con dominio propio. Esto también puede ser cierto para nuestra vida. A veces somos impacientes, y queremos que las cosas sucedan de inmediato. Pero cuando no esperamos con dominio propio, a veces no obtenemos algo muy bueno porque no esperamos. O es posible que causemos problemas a las personas que nos importan. Escucha lo que dice la Biblia sobre la espera:
El que es paciente muestra gran discernimiento; el que es agresivo muestra mucha insensatez.
Proverbios 14:29
Dios tiene cosas buenas planeadas para cada uno de nosotros. A veces esto significa que necesitamos esperar con dominio propio. Incluso cuando sabemos que esperar es algo bueno, ¡hacerlo puede ser muy difícil! A continuación, hay algunas ideas para ayudarte a esperar con dominio propio:
Piensa en cuál de estas ideas te podría ayudar a esperar con dominio propio. Cuando mencione una idea que te gustaría probar, levanta la mano.
Haz que los niños levanten la mano cuando digas la idea que les gustaría probar.
En vez de practicar lo que aprendimos hoy, vamos a sentarnos aquí y esperar que la clase finalice. ¿Listo? Vamos a esperar en silencio sin hacer nada.
Haz una pausa de aproximadamente 30 segundos o hasta que los niños comiencen a moverse en sus lugares o hacer ruidos.
¡Esto es muy aburrido! ¡Vamos a hacer un juego mientras esperamos que termine la clase!
Para ganar nuestro juego, tendrás que completar 3 tareas. Puedes hacerlo en cualquier orden, pero debes completar las 3 tareas. Tienes que:
Muéstrales a los niños un ejemplo breve de las 3 tareas para ayudarlos a recordar lo que deben hacer. Anima a los niños a hacerlo contigo.
Una vez que hayas terminado de hacer todas las tareas, toma asiento en tu lugar habitual. Caminaré por la sala de clases para escuchar y mirar lo que hacen. Luego, por favor, siéntate cuando hayas completado las 3 tareas.
Dales de 5 a 10 minutos para jugar. Anuncia al ganador, luego pide a los niños restantes que sigan jugando hasta que todos hayan completado las tareas.
Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, dales crayones y permite que tengan 2 o 3 minutos para completar la actividad en sus páginas.
¡Fue mucho más fácil esperar cuando tuvimos algo que hacer! Cuando tienes que esperar algo, puedes hacer algo divertido, hablar de por qué estas tan alegre, hacer la tarea difícil primero u orar. Esto te ayudará a esperar con dominio propio.
Podemos pedirle a Dios que nos ayude con el dominio propio, tal como podemos decirle a Dios que nos ayude a tener dominio propio en nuestras acciones y palabras. Repasemos nuestro versículo de memoria, que nos dice que Dios nos ayuda con el dominio propio.
Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y de dominio propio.
2 Timoteo 1:7
Repite el versículo y las acciones con los niños 3 veces. Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Proverbios 19:2.
Bendición: Que celebres con alegría todas las cosas maravillosas que Dios está haciendo en tu vida, y que aprendas a esperar con dominio propio para que siempre puedas ver el camino de Dios para tu vida.
Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes.
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