¿Qué es la esperanza?

INDICACIONES PARA MAESTROS SOBRE LOS RECURSOS DIGITALES

En la lección, la información que debes conocer está escrita en letra normal, y lo que se recomienda decir o leer en voz alta a los niños está en negrita. Todos los recursos para cada lección, incluyendo la Guía para el Maestro, la Página del estudiante, la Tarjeta de conexión familiar y otros materiales, pueden descargarse en un archivo ZIP haciendo clic en el siguiente enlace:

En algunas lecciones encontrarás "Artículos de recurso". Estos son textos escritos por expertos de todo el mundo que ayudan a los maestros en su labor con niños y adolescentes. Pueden compartirlos con padres o tutores si lo consideran apropiado.

Enfoque en el Desarrollo del Carácter

Materiales
  • Biblia
Materiales opcionales
  • Cartel del Versículo para Memorizar
  • Tijeras
  • Páginas del Alumno

Devocional del maestro

En efecto, David dijo de él: “Veía yo al Señor siempre delante de mí, porque él está a mi derecha para que no caiga. Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua; mi cuerpo también vivirá en esperanza.

Hechos 2:25–26

Como creyentes, sabemos que nuestra esperanza depende de Dios y de quién nos ha dicho que es. Se basa en nuestro entendimiento de lo que Dios ha hecho para salvarnos. No es solo una ilusión. Es una garantía segura de que nuestro Padre amoroso cumplirá sus promesas. Sin embargo, en nuestro mundo roto, a veces apartamos la vista de esa esperanza. Llenamos nuestras vidas con preocupaciones y estrés en vez de descansar en nuestra comprensión del amor y la gracia de Dios. Entra la desesperanza y se roba nuestro gozo. Ya no reflejamos la esperanza que está nosotros. Pero podemos confiar en las promesas Dios. Él es el dador de la vida, y es generoso con aquellos que ama.

¿Estás lleno de esperanza? ¿Tu alegría esperanzadora le muestra a los demás que Dios siempre está contigo? Si es así, ¡celebremos la bondad de Dios! Agradécele por quién es y por lo que ha hecho para darte vida eterna con Él. Si las preocupaciones de la vida han escondido esa esperanza, pide a Dios que traiga sanidad. ¡Él está a tu mano derecha! Si se lo pides, te llenará hasta que reboses de esperanza en Él. Entonces, busca a aquel en quien descansa tu esperanza. Deja que su alegría llene tu corazón. A medida que se restaura tu esperanza, encontrarás sus palabras de gozo en tu lengua y su amor guiará tus pensamientos.

Conexión familiar

Explica a las familias que en las semanas venideras estarás enseñando sobre la esperanza. La esperanza es una parte importante de la resiliencia, ya que ayuda a los niños a recuperarse y a recibir sanidad de las situaciones difíciles que han enfrentado. Saber que cuentan con la guía de un adulto preocupado por ellos los puede ayudar a tener más esperanza y más resiliencia.

Consejo para el docente: Si es posible, envíe por correo electrónico o mensaje de texto la tarjeta de conexión familiar a las familias de sus estudiantes.

La Lección

1. Conexión:

Realizar una actividad para aprender a ver las cosas de una manera positiva.

Saluda los niños mientras llegan a la sala de enseñanza. Pídeles que compartan las mejores cosas que sucedieron durante la semana. Luego diles que encuentren una pareja para compartir sus alegrías. Cuando estés listo para comenzar la clase, que los niños tomen asiento haciendo un círculo.

Cuando llegaste a la clase, compartiste algunas cosas buenas que sucedieron en tu vida. ¡Esas son buenas noticias! Las buenas noticias nos hacen felices cuando las compartimos y las escuchamos. Muéstrame cómo es cuando alguien te comparte una buena noticia. 

Sonríe y anima a los niños a que se muestren entusiasmados y felices.

Es maravilloso escuchar buenas noticias. Sin embargo, a veces escuchamos cosas malas y tristes. 

¿Cómo te sientes cuando escuchas cosas malas o tristes?

Deja que 2 o 3 niños respondan.

Las noticias malas nos pueden hacer sentir tristes o enojados. Muéstrame cómo es cuando alguien te comparte malas noticias. 

Frunce el ceño o luce triste y anima a los niños a parecer triste o enojado.

Vamos a aprender a transformar las malas noticias en buenas noticias. Te compartiré algunas malas noticias. Luego pensarás en una forma de cambiarlas en buenas. Por ejemplo, puedo decir: “Quería ir afuera para jugar fútbol hoy, pero está lloviendo”. A continuación, puedes decir: “La lluvia hace que el pasto crezca, por lo tanto, la cancha será más verde y saludable la próxima vez que juegue”. 

Después de que comparta las malas noticias, puedes saltar cuando pienses en una forma de transformar mi mala noticia en una buena y feliz noticia. ¡No grites tu respuesta! Pediré que hablen aquellos que se paran rápidamente y no gritan. 

Consejo para el maestro: Este tipo de actividad les enseña a los niños a tener una actitud positiva, y esto les ayuda a desarrollar esperanza y resiliencia. Los niños que aprenden a resolver problemas y tener una actitud positiva tienen más esperanzas y son más capaces de manejar las situaciones difíciles.

Comparte las siguientes declaraciones de malas noticias con los niños o piensa en otras. Después de cada una, espera hasta que la mayoría de los niños hayan saltado. Permite que 2 o 3 compartan sus buenas noticias.

Luego permite que todos griten sus buenas nuevas al mismo tiempo. Después de lograr que se mantengan callados, haz que se sienten y compartan otra declaración.

Consejo para el maestro: Si estas declaraciones no son apropiadas para los niños de tu comunidad, piensa en afirmaciones que sean conocidas para ellos.
  • No tengo nada de comida en mi casa. 
  • Mi hermano está enfermo. 
  • Se me rompió la sandalia. 
  • Mi madre está lejos, la extraño 

¡Eso fue divertido! Cuando te conté mis malas noticias, me ayudaste a ver que no todo era malo. ¡Eso me hizo sentir más feliz! 

Cuando encontramos lo bueno en las malas noticias, podemos aprender a tener esperanza. La esperanza nos ayuda cuando atravesamos por momentos difíciles. Hoy hablaremos más sobre la esperanza y aprenderemos el tipo de esperanza que podemos tener cuando confiamos en Dios. 

2. Enseñanza:

Escuchar una historia sobre Jesús resucitado que se aparece a dos hombres (Lucas 24:13-31).

La esperanza es querer que algo bueno suceda en el futuro. Cuando tienes esperanza, quieres que suceda algo, pero no estás seguro si pasará. 

¿Qué es lo que has esperado? Dirígete a la persona que tienes al lado y cuéntaselo. 

Dales un minuto a los niños para hablar entre ellos.

La esperanza te puede ayudar. Cuando esperas cosas, a menudo te sientes más feliz. Cuando tienes esperanza puedes hacer planes para el futuro y resolver problemas. La esperanza también te ayuda a superar situaciones difíciles. 

Este tipo de esperanza es buena. Pero hay otro tipo de esperanza que es mucho mejor. Esta clase de esperanza viene de confiar en Dios y creer que Él hará lo que ha prometido. Podemos confiar en Dios porque siempre es bueno, y siempre hace lo correcto y verdadero. 

Hoy mientras te cuento esta historia de la Biblia, cuando escuches algo que es una mala noticia di: “esa es una muy mala noticia”. También fruncirás el ceño y lucirás triste. Vamos a practicar esto ahora. 

Frunce el ceño o luce triste y anima a los niños a parecer tristes también. Luego anímalos a que digan: “esas son muy malas noticias”.

¿Qué piensas que podrías hacer cuando escuchas buenas noticias? 

Permite que 2 o 3 niños respondan.

Cuando escuches las buenas noticias, sonreirás y lucirás feliz. Dirás: “¡Esa es una muy buena noticia!” Vamos a practicarlo ahora. 

Sonríe y di: “¡Esa es una muy buena noticia!”. Anima a los niños a hacer esto contigo.

Harán estas cosas juntos cuando escuchen las buenas y las malas noticias en la historia. ¿Estás listo? ¡Asegúrate de prestar atención a las buenas y a las malas noticias! Escuchemos esta historia verdadera de la Biblia que trata de 2 hombres. Ellos caminaban hacia una ciudad llamada Emaús. Estaban muy tristes porque su amigo Jesús había muerto. Esto era una muy mala noticia. 

Anima a los niños a fruncir el ceño y a decir entre ellos: “¡Eso fue una muy mala noticia!”.

Los hombres estaban muy tristes porque Jesús había fallecido. Estaban hablando de las noticias que habían escuchado. Les habían contado que algunas mujeres habían ido a la tumba de Jesús a cuidar su cuerpo, pero cuando llegaron Jesús no estaba ahí. Esto hizo que los hombres se sintieran tristes y confundidos. 

Haz una cara triste y di: “¡Esa es una muy mala noticia!” Anima a los niños a decirlo contigo.

Los hombres no estaban enterados de que esa mala noticia en realidad era una muy buena noticia. ¡No sabían que su amigo estaba vivo! 

Haz una cara feliz y di: “¡Esa es una muy buena noticia!” Anima a los niños a hacer lo mismo.

Vino otro hombre y se les unió mientras caminaban. Era Jesús, pero los 2 hombres no lo reconocieron. Los hombres estaban muy tristes. Jesús les preguntó de qué estaban hablando. Uno de ellos le dijo que la gente había esperado que Jesús fuera el Salvador. Luego el hombre le contó la triste noticia. 

Si es posible, lee estos versículos directamente desde tu Biblia.

Los jefes de los sacerdotes y nuestros gobernantes lo entregaron para ser condenado a muerte, y lo crucificaron; pero nosotros abrigábamos la esperanza de que era él quien redimiría a Israel. Es más, ya hace tres días que sucedió todo esto.

Lucas 24:20–21

Haz una cara triste y di: “¡Esa es una muy mala noticia!” Anima a los niños a hacer lo mismo.

¿Qué crees que sucedió a continuación? 

Permite que 2 o 3 niños respondan.

Jesús caminó con los hombres y les explicó lo que decía la Biblia sobre él. Escucha lo que nos relata la Biblia que sucedió después: 

Al acercarse al pueblo adonde se dirigían, Jesús hizo como que iba más lejos. Pero ellos insistieron: —Quédate con nosotros, que está atardeciendo; ya es casi de noche. Así que entró para quedarse con ellos. Luego, estando con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.

Lucas 24:28–31

¿Cómo piensas que se sintieron los hombres cuando se dieron cuenta de que estaban con Jesús? 

Permite que 2 o 3 niños respondan.

Sonríe y di: “¡Esa es una muy buena noticia!” Anima a los niños a hacer lo mismo.

¡Su amigo Jesús estaba vivo! Ya no tenían que estar tristes. En esta historia verdadera de la Biblia, los hombres pensaron que la muerte de Jesús era una mala noticia, pero, por el contrario, ¡era una muy buena noticia! Jesús murió por todos lo que vivían en esa época, También murió por nosotros que vivimos ahora y por los que vivirán después de nosotros. ¡Jesús murió y resucitó para salvarnos de nuestro pecado y de nuestra vergüenza! Si confiamos en Él, podemos ser parte de su familia y vivir para siempre con Él. 

Sonríe y di: “¡Esa es una muy buena noticia!” Anima a los niños a hacer lo mismo.

Consejo para el maestro: Si los niños tienen preguntas sobre lo que significa confiar en Jesús, pídeles que hablen contigo después de la clase. Comparte el Camino de Salvación que está al principio de esta guía y ora con ellos.

Los hombres que caminaron con Jesús por el camino esperaban que Jesús liberara al pueblo de Dios, ¡y eso es lo que hizo! También aprendieron que podían confiar en Jesús y ser salvos de sus pecados. Debido a lo que hizo Jesús, ¡todos podemos tener una gran esperanza! 

Sonríe y di: “¡Esa es una muy buena noticia!” Anima a los niños a hacer lo mismo.

Presta atención a estos versículos sobre la esperanza que viene de Dios. 

En efecto, David dijo de él: “Veía yo al Señor siempre delante de mí, porque él está a mi derecha para que no caiga. Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua; mi cuerpo también vivirá en esperanza”.

Hechos 2:25–26

Cuando crees en Dios, Él siempre está contigo. Alégrate y ten esperanza porque puedes confiar en Dios y en sus promesas. ¡Esa es una muy buena noticia! 

Sonríe y di: “¡Esa es una muy buena noticia!” Anima a los niños a hacer lo mismo.

3. Respuesta

Aprender algunas maneras de desarrollar esperanza y practicarla.

Podemos aprender a tener esperanza como la que tuvieron los hombres que iban por el camino hacia el pueblo de Emaús. Una forma buena para desarrollar esperanza es aprender de lo que hemos hecho en el pasado. Aprendemos de las cosas que hicimos bien, de las cosas que hicimos mal y de las malas decisiones. Los errores y las malas decisiones son como las malas noticias. Algunas veces nos hacen sentir enojados, otras veces tristes o avergonzados. Sin embargo, los errores y las malas decisiones también nos pueden enseñar cosas nuevas. ¡Aprender de ellas nos hace estar más felices y exitosos!

Cuando hagas algo mal, pregúntate: ¿Cómo puedo cambiar esta mala situación por una buena? Al ver que los errores pueden ayudarte a hacer las cosas mejor la próxima vez, te ayudará a tener más esperanza. 

Consejo para el maestro: Los niños que han experimentado un trauma pueden tener problemas para aceptar la responsabilidad de sus errores y de sus malas decisiones. Pueden sentir que cualquier acción está justificada, incluso si lastima a los demás. Ayudarlos a ver que sus errores pueden ser oportunidades para aprender puede ser muy útil para que sean más cuidadosos al considerar los efectos de sus comportamientos.

Los niños que han experimentado un trauma pueden tener problemas para aceptar la responsabilidad de sus errores y de sus malas decisiones. Pueden sentir que cualquier acción está justificada, incluso si lastima a los demás. Ayudarlos a ver que sus errores pueden ser oportunidades para aprender puede ser muy útil para que sean más cuidadosos al considerar los efectos de sus comportamientos 

Dales 2 minutos para hacerlo.

Opcional: Si usas las Páginas del Alumno, da a los estudiantes tijeras y que rasguen sus marionetas. Luego deja que tengan 2 minutos para realizar la actividad.

Ahora que has practicado para encontrar buenas noticias en las malas noticias, hay algo que debes saber acerca de la esperanza. Cuando estamos llenos de esperanza, ¡esto cambia toda nuestra vida! Escucha lo que dice la Biblia sobre la esperanza en Dios. 

Versículo para memorizar

Si utilizas el Cartel del Versículo para Memorizar, muéstralo a los estudiantes.

En efecto, David dijo de él: “Veía yo al Señor siempre delante de mí, porque él está a mi derecha para que no caiga. Por eso mi corazón se alegra, y canta con gozo mi lengua; mi cuerpo también vivirá en esperanza”.

Hechos 2:25–26

Ayuda a los niños a recordar el versículo enseñándoles acciones que vayan con las palabras. Guía a los niños a repetir la primera parte del versículo con los gestos. Repite las acciones con las palabras tres veces.

Consejo para el maestro: Si es necesario, cambia las siguientes acciones por aquellas que sean conocidas por los niños. Anota las acciones nuevas para que puedas usar las mismas cada semana de esta unidad.
  • Veía yo—Señala tus ojos.
  • Al Señor—Señala al cielo con tu mano.
  • Siempre delante de mí—Pon tus manos, una sobre la otra, sobre tu corazón.

Finaliza la clase diciendo esta bendición por los niños, basada en Hechos 2:25-26:

Bendición: Que seas lleno con el gozo que viene de la esperanza en Dios. Que conozcas la paz perfecta que viene de confiar en Él.

Si tienes tiempo, comparte esta canción con los estudiantes:

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